Pesca extrema en el Pacífico colombiano, donde los atunes gigantes fueron los protagonistas.
Pescamos en un paraíso tropical entre la selva y el mar. Te contamos cómo fue la travesía desde Argentina hasta las brutales capturar los gigantes del Pacífico.
Martes 22 de julio 2025 | 11:11 Hs.
El viaje.
Salimos desde Córdoba con destino a Medellín donde nos encontramos con el resto del equipo y de allí nos dirigimos en un vuelo privado a Juradó, donde tuvimos el primer contacto con el océano Pacífico. De allí navegamos hacia el noroeste hasta llegar al lodge donde nos alojaríamos los próximos 4 días.

La localidad de Punta Ardita es un pequeño pueblo del noroeste colombiano ubicado sobre el océano pacífico a unas 8 millas al sur oeste del límite fronterizo con Panamá. Al cual solo se puede acceder por agua desde Juradó Chocó, que se encuentra unos 7 km al sureste y cuenta con pista de aterrizaje y recibe vuelos de manera esporádica. Además los lugareños también suelen trasladarse a pie, por tierra, entre estas localidades.

Emplazada en medio de una exuberante selva tropical, frente a una pequeña playa de color marrón, se encuentra Punta Ardita. Entre verdes cerros cubiertos por niebla y las violentas olas del océano, pasan sus días unos 100 pobladores que dedican sus vidas a la pesca y en menor medida a la agricultura y la explotación de madera.
Modalidades y equipos.
Como sabíamos que en estos momentos era muy común toparse con cardúmenes de atunes gigantes, los equipos que llevábamos estaban pensados para soportar grandes peleas.
Popping:
Los equipos de popping estaban compuestos por reeles de spinning 14.000 con cañas de acción rápida (fast) y poder pesado (heavy o extraheavy) de 60 lb y hasta 50-100 lb de 6.5 a 7.6 pies. Cargados con unos 200 metros de multifilamento de 80 lb y fluorocarbono de 80 lb.
Cabe aclarar que la gama de equipos suele ser un tanto amplia dependiendo de los gustos y pericia de los pescadores pero también de las condiciones actuales de la pesca. Por ejemplo, para los que quieren realizar una pesca más “fina” o con presencias de atunes más pequeños, de 10 a 15 kg, podemos utilizar equipos más livianos: reeles en el orden de los 6000 con multifilamento de 60 lb y cañas más 30-65 lb. Claro que esto, pone en riesgo la captura en caso de que pique un gigante. Por otro lado, podemos encontrarnos con temporadas de mega atunes que requieren cañas de 65-200 lb, reel del tipo 20.000 o multifilamentos de 100 lb.
Señuelos: de tipo como los gliding de 9 a 12 cm, de subsuperficie de 12cm y además de los popper de 13 a 17 cm (62 y 140 gr respectivamente).

Spinning en la costa:
Los equipos para pescar las piedras estaban compuestos por reeles de spinning 5000/8000 con cañas de 40-60 gr de unos 7.5 pies, multifilamento y salida de fluorocarbono de 50 a 65 lb.
Señuelos: de tipo stickbait, minnow, popper y gomas grandes.

Vertical jigging:
Usamos cañas de 300 gr y 5.8 pies, montada con un reel 10.000 cargados con multifilamentos y su respectiva salida de fluorocarbono de 100 lb
Señuelos jigs de 200 y 300 gr.

Trolling:
A la hora de la pesca offshore en la modalidad trolling, para pescar peces vela, marlines, wahoo o grandes dorados, entre otros, utilizamos reeles 50 con varas de tres roldanas, de 80lb y 50- 130 lb. Los señuelos son las clásicas "trolling lures" o "plumas", también conocidas como “curricánes” o “tacos” con excitadores o teaser para completar la brazolada.

Para concluir con los equipos y modalidades, debemos aclarar que es importante seleccionar los señuelos para casting cuidadosamente en cuanto al peso, ya que como habitualmente usamos equipos pesados, necesitaremos señuelos pesados, no solo para que sea fácil de lograr distancias a la hora de lanzar sino y también para que bajen rápido una vez que tocan el agua, no porque sea estrictamente necesario profundizar. Esta cualidad nos permite seleccionar muy rápidamente la profundidad de acuerdo al tiempo que lo dejemos sumergirse.
Al momento de pescar con carnada, utilizamos anzuelos circulares 8/0 de alto contenido de carbono, para encarnar a los “ojones” o las “sardinas” que son los peces más usados como cebos.

Comienzo del día.
A la mañana temprano, luego del desayuno, nos disponemos a seleccionar los equipos que utilizaremos durante la jornada de pesca. Como mencionamos los equipos son bastante disímiles, dependiendo de la modalidad que realizaremos ese día.
Luego embarcamos las lanchas rápidas que nos llevaban hasta las embarcaciones con las que ingresaremos al océano.
Después de zarpar, nos dirigimos inmediatamente a una zona de la costa en donde nos disponemos a pescar la carnada. Una vez que completamos nuestros viveros comenzamos a navegar océano adentro.
En búsqueda de “La Comezón”.
Con la vista sobre el horizonte buscamos la presencia de pájaros que revolotean sobre las “comezones”. Estas son zonas de alimentación frenética en donde los cardúmenes de carnada suben a la superficie, en una “huida desesperada” mientras son asediados desde las profundidades por depredadores como atunes, peces vela, marlines, dorados, delfines, tiburones, ballenas entre otros, y desde el aire por los pájaros que intentan quedarse con su parte del festín, en esta carrera de supervivencia entre depredadores y presas.

La pesca.
Una vez que vemos “la comezón”, nos dirigimos raudamente hacia ella. Mientras nos acercamos y tratando de sujetarnos, nos vamos acomodando para iniciar la pesca. Y al grito de “lancen” de nuestro capitán, todos los señuelos vuelan por el aire esperando el pique de un gigante.



Las batallas con los atunes de más de 120 lb. duraban más de 1h 30 min.


La cosa era cuestión de segundos… y con apenas unos metros de recorrido de nuestros señuelos, recibíamos un pique estrepitoso. Los mejores, para mí, fueron los piques en los poppers, donde los peces golpeaban a los señuelos, que salían disparados por el aire o simplemente son los mismos atunes los que salían volando fuera de la superficie al atacar.
Luego de los piques, las peleas se convertían en largas batallas en las que los pescadores circulábamos sobre la embarcación entre cruces de líneas y brutales llevadas que duraban entre 20 minutos y hasta más de 1h 30 min. dependiendo del tamaño de los atunes.

cañas de acción rápida, heavy o extraheavy, de 60 lb y hasta 50-100 lb de 6.5 a 7.6 pies.

Reeles de spinning 8.000, con multifilamento de 80 lb.

Otras modalidades.
A la hora de pescar en la costa, probamos con diferentes señuelos y también con carnada. Haciendo spinning entre las aguas turbulentas y a escasos metros de las piedras pudimos tener algunas lindas capturas.


Cañas de 40-60 gr de unos 7.5 pies y reeles de spinning 5000/8000 con multifilamento de 65 lb.


Por la zona de Cabo Marzo, encontramos cerca de las rocas, una comezón, en donde David pudo lucirse con su equipo de fly fishing #12 con una línea de con punta de hundimiento intermedia (clear tip), capturando varios atunes, mientras el restos aprovechamos ese frenesí para seguir pescando y tuvimos la suerte de “pinchar” unos grandes pargos



Señuelos: de tipo stickbait, minnow, popper y gomas grandes


De igual manera, cuando intentamos con los jigs y pudimos capturar muy buenos ejemplares, aunque debemos decir que experimentamos algunos piques de tal potencia que “reventaron” las líneas o simplemente fue imposible pescarlos, por cortes de aparejos entre las piedras mientras los peces trataban de defenderse.


cañas de 300 gr y 5.8 pies, montada con un reel 10.000 cargados con multifilamentos de 100 lb.

En mar abierto, también nos tomamos el tiempo para intentar pescar algún “picudo”. Para ello comenzamos a navegar en búsqueda de alguna corriente que acumule basura, ya que estos suelen ser los lugares que los marlines, velas y dorados eligen como su “coto de caza”, ya que los pequeños peces usan estas manchas de desechos flotantes para protegerse, y los depredadores patrullan estas “líneas” de acumulación de basura acechando desde las profundidades.
Una vez que encontramos la corriente, desplegamos nuestros aparejos y empezamos a hacer trolling por el costado de ellas.



Para nuestra alegría… y nuestra pena, tuvimos un hermoso pique de un gran marlín azul que luego de una breve pero feroz pelea se soltó de nuestro anzuelo y apenas pudimos registrar en un video.
La pesca en el pacífico colombiano fue realmente increíble. Una experiencia que todos los amantes de la pesca deberían vivir. Queremos agradecer a Rubén “Pelo” Casares quien con sus más de 10 años de experiencia pescando en esa zona, fue el operador encargado de organizar el viaje, seleccionando el lodge de destino, gestionando los equipos, señuelos y todo lo necesario para que los pescadores se enfoquen en la pesca y disfruten de una excelente estadía.


Por: Ezequiel Fusero.
Pescadores: Ruben "Pelo" Casares, David Sobrero, Emiliano Cueli, Emiliano Tamagnini, Francisco Mortara, German "Perico" Rubino, Juan Manuel Laxagueborde, Roberto Sartori, Valentín Cueli, Gastón Tamagnini, Enrique Crigna.
Producción general: Ezequiel Fusero.
Fotografía y videos: Ezequiel Fusero, Miguel Arbelaez, Jose Bruggisser, Cristian Suarez, Ramiro Gutierrez.
Edición de video: Ezequiel Fusero.

Salimos desde Córdoba con destino a Medellín donde nos encontramos con el resto del equipo y de allí nos dirigimos en un vuelo privado a Juradó, donde tuvimos el primer contacto con el océano Pacífico. De allí navegamos hacia el noroeste hasta llegar al lodge donde nos alojaríamos los próximos 4 días.

La localidad de Punta Ardita es un pequeño pueblo del noroeste colombiano ubicado sobre el océano pacífico a unas 8 millas al sur oeste del límite fronterizo con Panamá. Al cual solo se puede acceder por agua desde Juradó Chocó, que se encuentra unos 7 km al sureste y cuenta con pista de aterrizaje y recibe vuelos de manera esporádica. Además los lugareños también suelen trasladarse a pie, por tierra, entre estas localidades.

Emplazada en medio de una exuberante selva tropical, frente a una pequeña playa de color marrón, se encuentra Punta Ardita. Entre verdes cerros cubiertos por niebla y las violentas olas del océano, pasan sus días unos 100 pobladores que dedican sus vidas a la pesca y en menor medida a la agricultura y la explotación de madera.
Modalidades y equipos.
Como sabíamos que en estos momentos era muy común toparse con cardúmenes de atunes gigantes, los equipos que llevábamos estaban pensados para soportar grandes peleas.
Popping:
Los equipos de popping estaban compuestos por reeles de spinning 14.000 con cañas de acción rápida (fast) y poder pesado (heavy o extraheavy) de 60 lb y hasta 50-100 lb de 6.5 a 7.6 pies. Cargados con unos 200 metros de multifilamento de 80 lb y fluorocarbono de 80 lb.
Cabe aclarar que la gama de equipos suele ser un tanto amplia dependiendo de los gustos y pericia de los pescadores pero también de las condiciones actuales de la pesca. Por ejemplo, para los que quieren realizar una pesca más “fina” o con presencias de atunes más pequeños, de 10 a 15 kg, podemos utilizar equipos más livianos: reeles en el orden de los 6000 con multifilamento de 60 lb y cañas más 30-65 lb. Claro que esto, pone en riesgo la captura en caso de que pique un gigante. Por otro lado, podemos encontrarnos con temporadas de mega atunes que requieren cañas de 65-200 lb, reel del tipo 20.000 o multifilamentos de 100 lb.
Señuelos: de tipo como los gliding de 9 a 12 cm, de subsuperficie de 12cm y además de los popper de 13 a 17 cm (62 y 140 gr respectivamente).

Spinning en la costa:
Los equipos para pescar las piedras estaban compuestos por reeles de spinning 5000/8000 con cañas de 40-60 gr de unos 7.5 pies, multifilamento y salida de fluorocarbono de 50 a 65 lb.
Señuelos: de tipo stickbait, minnow, popper y gomas grandes.

Vertical jigging:
Usamos cañas de 300 gr y 5.8 pies, montada con un reel 10.000 cargados con multifilamentos y su respectiva salida de fluorocarbono de 100 lb
Señuelos jigs de 200 y 300 gr.

Trolling:
A la hora de la pesca offshore en la modalidad trolling, para pescar peces vela, marlines, wahoo o grandes dorados, entre otros, utilizamos reeles 50 con varas de tres roldanas, de 80lb y 50- 130 lb. Los señuelos son las clásicas "trolling lures" o "plumas", también conocidas como “curricánes” o “tacos” con excitadores o teaser para completar la brazolada.

Para concluir con los equipos y modalidades, debemos aclarar que es importante seleccionar los señuelos para casting cuidadosamente en cuanto al peso, ya que como habitualmente usamos equipos pesados, necesitaremos señuelos pesados, no solo para que sea fácil de lograr distancias a la hora de lanzar sino y también para que bajen rápido una vez que tocan el agua, no porque sea estrictamente necesario profundizar. Esta cualidad nos permite seleccionar muy rápidamente la profundidad de acuerdo al tiempo que lo dejemos sumergirse.
Al momento de pescar con carnada, utilizamos anzuelos circulares 8/0 de alto contenido de carbono, para encarnar a los “ojones” o las “sardinas” que son los peces más usados como cebos.

Comienzo del día.
A la mañana temprano, luego del desayuno, nos disponemos a seleccionar los equipos que utilizaremos durante la jornada de pesca. Como mencionamos los equipos son bastante disímiles, dependiendo de la modalidad que realizaremos ese día.
Luego embarcamos las lanchas rápidas que nos llevaban hasta las embarcaciones con las que ingresaremos al océano.
Después de zarpar, nos dirigimos inmediatamente a una zona de la costa en donde nos disponemos a pescar la carnada. Una vez que completamos nuestros viveros comenzamos a navegar océano adentro.
En búsqueda de “La Comezón”.
Con la vista sobre el horizonte buscamos la presencia de pájaros que revolotean sobre las “comezones”. Estas son zonas de alimentación frenética en donde los cardúmenes de carnada suben a la superficie, en una “huida desesperada” mientras son asediados desde las profundidades por depredadores como atunes, peces vela, marlines, dorados, delfines, tiburones, ballenas entre otros, y desde el aire por los pájaros que intentan quedarse con su parte del festín, en esta carrera de supervivencia entre depredadores y presas.

La pesca.
Una vez que vemos “la comezón”, nos dirigimos raudamente hacia ella. Mientras nos acercamos y tratando de sujetarnos, nos vamos acomodando para iniciar la pesca. Y al grito de “lancen” de nuestro capitán, todos los señuelos vuelan por el aire esperando el pique de un gigante.



Las batallas con los atunes de más de 120 lb. duraban más de 1h 30 min.


La cosa era cuestión de segundos… y con apenas unos metros de recorrido de nuestros señuelos, recibíamos un pique estrepitoso. Los mejores, para mí, fueron los piques en los poppers, donde los peces golpeaban a los señuelos, que salían disparados por el aire o simplemente son los mismos atunes los que salían volando fuera de la superficie al atacar.
Luego de los piques, las peleas se convertían en largas batallas en las que los pescadores circulábamos sobre la embarcación entre cruces de líneas y brutales llevadas que duraban entre 20 minutos y hasta más de 1h 30 min. dependiendo del tamaño de los atunes.

cañas de acción rápida, heavy o extraheavy, de 60 lb y hasta 50-100 lb de 6.5 a 7.6 pies.

Reeles de spinning 8.000, con multifilamento de 80 lb.

Otras modalidades.
A la hora de pescar en la costa, probamos con diferentes señuelos y también con carnada. Haciendo spinning entre las aguas turbulentas y a escasos metros de las piedras pudimos tener algunas lindas capturas.


Cañas de 40-60 gr de unos 7.5 pies y reeles de spinning 5000/8000 con multifilamento de 65 lb.


Por la zona de Cabo Marzo, encontramos cerca de las rocas, una comezón, en donde David pudo lucirse con su equipo de fly fishing #12 con una línea de con punta de hundimiento intermedia (clear tip), capturando varios atunes, mientras el restos aprovechamos ese frenesí para seguir pescando y tuvimos la suerte de “pinchar” unos grandes pargos



Señuelos: de tipo stickbait, minnow, popper y gomas grandes


De igual manera, cuando intentamos con los jigs y pudimos capturar muy buenos ejemplares, aunque debemos decir que experimentamos algunos piques de tal potencia que “reventaron” las líneas o simplemente fue imposible pescarlos, por cortes de aparejos entre las piedras mientras los peces trataban de defenderse.


cañas de 300 gr y 5.8 pies, montada con un reel 10.000 cargados con multifilamentos de 100 lb.

En mar abierto, también nos tomamos el tiempo para intentar pescar algún “picudo”. Para ello comenzamos a navegar en búsqueda de alguna corriente que acumule basura, ya que estos suelen ser los lugares que los marlines, velas y dorados eligen como su “coto de caza”, ya que los pequeños peces usan estas manchas de desechos flotantes para protegerse, y los depredadores patrullan estas “líneas” de acumulación de basura acechando desde las profundidades.
Una vez que encontramos la corriente, desplegamos nuestros aparejos y empezamos a hacer trolling por el costado de ellas.



Para nuestra alegría… y nuestra pena, tuvimos un hermoso pique de un gran marlín azul que luego de una breve pero feroz pelea se soltó de nuestro anzuelo y apenas pudimos registrar en un video.
La pesca en el pacífico colombiano fue realmente increíble. Una experiencia que todos los amantes de la pesca deberían vivir. Queremos agradecer a Rubén “Pelo” Casares quien con sus más de 10 años de experiencia pescando en esa zona, fue el operador encargado de organizar el viaje, seleccionando el lodge de destino, gestionando los equipos, señuelos y todo lo necesario para que los pescadores se enfoquen en la pesca y disfruten de una excelente estadía.


Por: Ezequiel Fusero.
Pescadores: Ruben "Pelo" Casares, David Sobrero, Emiliano Cueli, Emiliano Tamagnini, Francisco Mortara, German "Perico" Rubino, Juan Manuel Laxagueborde, Roberto Sartori, Valentín Cueli, Gastón Tamagnini, Enrique Crigna.
Producción general: Ezequiel Fusero.
Fotografía y videos: Ezequiel Fusero, Miguel Arbelaez, Jose Bruggisser, Cristian Suarez, Ramiro Gutierrez.
Edición de video: Ezequiel Fusero.

Más leídas
Más noticias
© 2025 Pesca Argentina - Todos los derechos reservados